Mientras que es comprensible que los músicos con un aspecto definido no deberían hacer concesiones al estilo, a pesar del tiempo, pensemos en Black Eyed Peas, Katy Perry y Lady Gaga con sus trajes locos, creo que no era el único entre el público del concierto de HURTS en Irish Village que estaba pensando: Wow, esos chicos son calientes.
El doble sentido es intencionado, pero de lo que estoy hablando realmente es de sus camisas blancas de almidón abrochadas hasta arriba, chalecos y trajes casi a 40 grados de temperatura.
“Somos de Manchester, donde llueve mucho”, dijo el cantante Theo Hutchcraft después del tema que abrió el concierto, con una sonrisa. “De ahí la ropa inapropiada”.
Mientras el dúo (Hutchcraft presta sus sus almados movimientos vocales al teclado del más recluido Adam Anderson) son muy serios en su aspecto y sonido, no puede decirse que sean almas serias completamente.
Las bromas de Hutchcraft encantaron a la gente todo el concierto, e hizo una deferencia a otro cantante de Manchester llevando al escenario y agitando un ramo de rosas blancas por encima de su cabeza, que procedió a deshacer en sus manos y a lanzarlas al público-cuando no estaba lanzando su pie de micro por el escenario.
Pero ży la música? Para los fans del grupo de synthpop emocional salpicado de los 80, la noche fué un triunfo.
Hicieron lo mejor de su catálogo – el joven grupo emergió justo el año pasado – y hubieron varios platos fuertes- el éxito Wonderful Life, los gestos únicos de Hutchcraft como si estuviese lloviendo en Silver Lining y el público unido ahogando al grupo gritando la letra en Stay.
Una persona importante en la realización de HAPPINESS estuve presente sólo de espíritu: Kylie Minogue que colaboró en Devotion (la cual tocaron) recibió un tributo en forma de cover de uno de sus éxitos de los 90, Confide in Me, “la canción que hizo posible para nosotros tenerla a ella en ell álbum”, dijo Hutchcraft.
Para los fans que pensaban que la voz de Hutchcraft era bonita en el LP de debut, HAPPINESS, su actuación en directo probó que ni una onza de trucos técnicos fué usada en el estudio.
Su imposible voz perfecta eriza el vello algunas veces y alterna con ricas cálidas profundidades, mientras que su devenir en el escenario varia de la furia a la calma escalofriante, haciendo que una actuación en directo valga muchísimo la pena.
él estaba ayudado por la presencia de Richard Sidaway, un cantante de ópera, que se pasó todo el concierto de pie sin moverse en la parte de atrás del escenario vestido formalmente con una pajarita blanca y un frac- el más excepcional tenor que hemos visto nunca y objeto de discusión entre el público después del concierto.