Allá por 2009, empezaba a resonar por Internet las canciones de un dúo procedente de Manchester; eran un absoluto misterio, nadie sabía de dónde venían pero fueron nomindados como la mejor banda del día en la edición digital de “The Guardian” y la BBC los situó en cuarta posición en su ranking sound of 2010. Una muestra inconfundible de que Adam Anderson a los sintetizadores y Theo Hutchcraft a la voz cantante saben hacer – y muy bien- synth pop elegante, basado en mid tempos que van directos al corazón, a pesar de que el dúo Hurts parece haberse equivocado de década, saben recolectar lo mejor de los '80 en forma de melodías tristes y atormentadas con letras de desamor envueltas en exquisitos aromas musicales y consiguiendo que la nostalgia se desenvuelva en el presente como pez en el agua. FERNANDO LAMAS.
Fotografía: ALEJANDRO SONORO. Asistenta de fotografía: ELENA BOFILL. Grooming: TANIA GONÇALVES
Tras la publicación de su álbum debut Happiness, la vida de estos dos músicos crecidos en la gris Manchester de los '90 ha cambiado, y mucho. A la vez que se dejaban de engrosar las listas de desempleo del Reino Unido, su primer sencillo Better Than Love les llevó a ocupar otras listas -las UK Charts-, a agotar entradas, a mostrar la perfección y elegancia de sus directos por todo el globo, y a tener una madrina de lujo como Kylie Minogue en su tema Devotion.
En los últimos tiempos, han sabido como pocos devolver el lugar que correspondía al devaluado synth-pop y demostrar que los '80 no sólo era mal gusto, hombreras y pelos carados, sino esa elegancia sobria y pulcra, casi monacal, que demuestran con sus impolutos trajes y peinados. Pero también con sus melodías románticas, casi místicas, que hablan de una felicidad un tanto agridulce y trágica. Un ejercicio de reivindicación de los mejores Depeche Mode sin intención -ni necesidad- de plagio, que tansforma canciones tristes en melodías muy amables con un objetivo claro y palpable: convertirse en una banda de culto. La misma amabilidad y elegancia que muestran en sus palabras en nuestro encuentro unas horas antes de su concierto apotósico en la sala Joy Eslava de Madrid. Como en todas sus canciones, prefieren tomárselo con calma. Saben que el éxito les espera ahí fuera.
Se os ve colegas de toda la vida. ¿Cómo os conocistéis?
Fue hace 4 o 5 años; estábamos borrachos fuera de un club nocturno en Manchester. Nuestros amigos se estaban peleando entre ellos nosotros, en vez de hacer lo mismo, nos pusimos a hablar y decidimos comenzar una banda al día siguiente.
Pero no todo empezó con Hurts, ¿verdad?
No, en realidad ya teníamos nuestros respectivos grupos antes de conocernos. Daggers fue nuestro primer proyecto juntos tras aquella decisión nocturna. Pero no funcionó, así que decidimos darle un giro y formar Hurts.
Ambos procedéis de Manchester. ¿Echáis de menos vuestra ciudad natal cuando estáis de gira?
Sí, bastante. Aunque ya no vivimos allí volvemos lo suficiente. Viniendo de un sitio como Manchester, es increíble tener la oportunidad que nos da nuestra profesión de viajar por todo mundo. Nos sentimos muy privilegiados al poder vivir la vida de esta forma.
¿Tiene algo que ver el paisaje industrial y gris de Manchester con el tono melancólico de vuestra música?
Manchester no es la ciudad industrial que la gente se piensa, está en constante evolución. Pero sí que llueve todos los días del año, por lo que se puede decir que nuestro disco procede de un lugar triste debido a tanta lluvia.
¿Cómo era vuestra vida allí antes de dar el salto a la fama?
Antes de grabar Happiness, empleábamos nuestro tiempo en salir y beber en el Pub, estábamos sin empleo y eran unos tiempos horribles para nosotros, así que ha sido una buena forma de salir de todo aquello (risas...)
Os definís vosotros mismos como “Música de baile para la depresión” pero vuestro álbum se títula Happines (Felicidad). ¿No suena un poco contradictorio?
No, ya no. Sólo fue el principio. Usábamos la música para expresar nuestros sentimientos de entonces. Nuestra situación antes de formar la banda no era muy buena, viviendo en una ciudad gris y lluviosa, sin empleo y en un apartamento pequeño. Ahora es todo completamente diferente, nos sentimos muy felices con los que hacemos y hemos viajado por todo el mundo.
Vuestro álbum tiene muchas reminiscencias a los Depeche Mode de finales de los '80. ¿Son la mayor influencia musical en Hurts?
Sí, definitivamente son una gran influencia para nosotros. Salvando las ditancias, estamos orgullosos de sonar un poco como ellos y que se nos compare con la que es una de las bandas más grandes de la historia.
¿Sentís una cierta fascinación por esa década?
De los '80 nos gusta su música, Depeche Mode, Tears for Fears, Prince... pero no vivimos esa época. Crecimos y vivimos nuestra adolescencia en los '90, con el Britpop, el indie y bandas como Oasis.
¿En qué os inspiráis a la hora de crear vuestras melodías?
Hurts empezó como una música bastante sencilla, hablando de nuestros sentimientos y nuestra vida diaria. Cuando nos metimos en el estudio a grabar, todo se volvió mucho más sofisticado, con méjores técnicas y orquestación. Era como una bola de nieve que se hacía cada vez más grande y más grande.
¿Cómo definirías vuestro sonido?
Es una música muy emocional, gusta mucho más a las mujeres que a los hombres (risas...). Lo que queremos transmitir es “cierra los ojos y sumérgete en un mar de sentimientos”.
Vuestro look y vuestra música van de la mano, se complementan muy bien. ¿Lo hacéis de forma intencionada o sale solo?
Tratamos de ser muy honestos con todo lo que hacemos; nuestra música es así porque es lo que nos gusta hacer y la estética ocupa un lugar muiy importante en nuestro mundo. Vestimos de este modo porque nos encantan los trajes y creemos que es el mejor complemento para nuestro sonido.
¿Habéis escuchado vuestra canciones en la radio? ¿Cómo os hace sentir?
Muy orgullosos. Es un sentimiento increíble y a lo que cualquier banda aspira. Es como un soplo de aire fresco y, de repente, darte cuenta de que lo que estás haciendo tiene una repercusión en los demás.
¿Qué tratáis de comunicar primordialmente con vuestra música?
Elegancia. Sonar bien y lucir bien en un escenario. Estética y buena música al cincuenta por ciento.
¿Cuáles son vuestras influencias musicales?
Música electrónica de los '80, Depeche Mode, The Smith, Prince... pero también bandas como The Strokes. Fueron muy ambiciosos, hicieron un primer álbum perfecto y tuvieron una gran influencia en Inglaterrra.
¿Qué canciones suenan ahora en vuestro MP3?
Bigger Than Us, de White Lies y Hell Of A Lie, de Kanye West.
¿Alguna cosa que los fans de Hurts no deberían saber?
Bueno, ya saben bastante más de lo que deberían, pero hay una cosa muy graciosa y un poco embarazosa... Antes de los conciertos, en el backstage, escuchamos música metal a todo volumen, grupos como Korn o Marilyn Manson. Nos relaja mucho y nos aplaca los nervios antes de salir al escenario... (risas...)
¿Cuál ha sido el momento más emocionante sobre un escenario?
Hace unas semanas en Manchester, fue increíble cómo el público coreaba cada frase de nuestras canciones, nos hacian recordar los momentos en los que las compusimos y darnos cuenta de lo que éramos hasta hace bien poco. Ver allí a nuestra familia y a todos los buenos amigos entre el público fue muy emocionante.
Acerca de vuestro gusto musical, ¿qué bandas recomendarías a vuestros fans?
Clare Maguire, Francis and the lights y Fad Gadget, música electrónica de los '80.
Una canción para el sábado noche.
Blind Faith, de Chase and Status.
Una canción para el lunes por la mañana.
¡No hay nada más que odiemos que los lunes por la mañana! Una que nos hace sentir muy bien es The Killing Moon, de Echo and the Bunnymen.
Vuestra canción favorita de amor.
Sin duda alguna, Nothing Compares To You, de Sinnead O'Connor.
¿Una letra que os hubiese gustado componer?
Una que nos nos inspira y significa mucho para nosotros es Please, plase, please, let me get I want, de The Smiths. So for once in my life Let me get what I want knows, it would be the first time Lord knows, it be the first time. Preciosa y triste a la vez.
¿Cuál es el regalo más peculiar que habéis recibido de un fan?
En Japón son muy amables, educados y generosos, pero hacen regalos muy extraños. Una vez nos enviaron un hot dog envuelto en papel todavía caliente. O masajes para las manos. En Estonia recuersdo que nos regalaron 50 pares de calcetines con la palabra Hurts bordada en cada uno de ellos.
Un sueño para el 2011.
Empezar un segundo álbum. Pero sobre todo, continuar como estamos y no parar. Seguir dando conciertos tan increíbles y disfrutar de un público maravillos allá donde vayamos.
FUENTE: Revista “TENDENCIASFASHIONMAG”. Abril 2011
